3.10.04

Breve vision del Paraiso.

Domingo. 3 de la tarde.
Me recojo y me cobijo en el espacio del lecho que dejas libre.
Cierro los ojos, me relajo, me debilito,
y me doy cuenta que la ciudad se ha callado.
Musa, impasible, serena,
Ni un coche ni una voz en la calle.
Y me dejo envolver por el abrazo tibio, etéreo de Morfeo.
Y mis ventanas se pueblan de paisajes fantásticos,
Y la mudez insólita acomete mis sentidos.
De repente
Un chirriar de ruedas,
Una lata de música andante
Destripa, hace añicos mis sueños de paraíso.
Miro el reloj…
Las tres y cinco.

BBCy

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