Has sido muy amable.
Me quede mirando tus ojos cuando me ayudaste con el coche.
Estaba desesperada tirada en la orilla de la carretera sin saber muy bien donde estaba.
Fuiste el único que se detuvo para preguntarme.
Todavía faltan muchos Km. para llegar a mi destino y solo tus ojos maravillosos acudieron en mi auxilio.
Los dos botones desabrochados de tu camisa requerían mi mirada constantemente y no sé porque. Tu voz dulzona envolvía mis sentidos y no entendía que me decías.
Debí parecerte boba y te lanzaste a cambiar la rueda sin preguntar nada más.
Desde el borde de la carretera te miraba, esa energía, esa vitalidad, esos músculos marcados por debajo de tu Jeans. Y mi imaginación volando al asiento trasera del coche con la cara manchada de grasa, y tu camisa desabrochada y esa furia amatoria que rompiera los esquemas, y el coche tambaleándose chirriando sus ejes….
Tu mano en mi hombro me ha sobresaltado, y de nuevos tus ojos verdes a la altura de los míos. Me sonríes, me das la mano y te vuelves a tu coche a tu vida cotidiana, has pasado por mi vida como un relámpago, sin darme tiempo a darte las gracias, de nuevo me dejas aquí sola en la orilla de la carretera, en la orilla de mi vida solitaria pero me has dejado dos cosas, tu dulce recuerdo y una mano manchada de grasa…
BBCy
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