Nueve de marzo, ...se apagan los ecos de la igualdad.
Ayer por todas partes parecía que algo se estaba haciendo por curar ese mal de la humanidad que nos priva de la riqueza femenina, que la posterga a segundo plano, a un "bien subordinado y obediente".
Hoy vuelve la lucha apagada, sin flash ni tribunas, de las mujeres que cada dia desbrozan el camino del cambio dejándose la piel o cuajándola de arrugas, cargando como siempre, con la prole que nos perdura.
Labor apagada, constante, tan larga como la historia, que vuelve otra vez a quedar difusa, perdidos los perfiles y sus detalles. Otra vez, la mujer, una mujer, sus riquezas, parecen inencontrables.
De nuevo hay que rebuscar para encontrar esos valores perdidos... solo un dia después.
Algun@s sin embargo tenemos suerte.
Al dia siguiente, cuando vuelve la penunbra, cuando renace el lento desgaste del cambio histórico, nos acordamos por ti, por ese hecho reiterativo de tu aniversario vital, nos acordamos de cuan entrañable es tu verso, locuciones radiofonicas dicen algunos.
De como dibujas en el aire con la misma maestria que en tus bocetos. De como nos llevas cual mágico flautista en un viaje seguro a nuestros recuerdos.
Estarán las heridas, estarán los hayes, los golpes, el levantar de nuevo...; ninguno de ellos nos harán olvidarte.
Como cada nueve de marzo renaces para nosotros, nos bendices con tu recuerdo, y ese ocho de marzo sonrie agazapado.
Nos ha dejado un testigo, Luzmy, eres tu; mujeres como tu son su flash y tribuna diária.
¡Qué suerte tenemos algun@s de conocerte.!
Felicidades Luzmy
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